La investigación es la base de la expansión del conocimiento. La humanidad avanza gracias a los hallazgos procedentes de la investigación. Las universidades y los centros de investigación son las entidades responsables de las infraestructuras científicas que posibilitan la realización de investigación. De igual forma, los gobiernos desarrollan políticas científicas que acompañan de programas presupuestarios para consolidar los recursos humanos que produzcan la investigación necesaria para el crecimiento de países y territorios. La investigación se ha convertido en un valor económico y un indicador de la calidad de las instituciones académicas. Por ese motivo, las universidades y los organismos de investigación disponen de servicios específicos para la gestión de la investigación, así como para la difusión de la producción científica derivada de la investigación realizada en dichas entidades. Asimismo, la correcta gestión de la investigación incide positivamente en el mayor impacto de la misma y, por tanto, en el mayor reconocimiento de las personas, instituciones y lugares en las que se produce.

La investigación se realiza mediante procesos estructurados, que a menudo requieren de personas, recursos y servicios de apoyo. Las bibliotecas universitarias y científicas son agentes esenciales para el desarrollo óptimo de la investigación y su posterior comunicación y evaluación. Las bibliotecas académicas de los países avanzados están ofreciendo servicios especializados de apoyo a la investigación, orientados hacia las personas que requieren datos, documentos o herramientas para producir ciencia. Las universidades con mejores posiciones en los diferentes rankings disponen de excelentes sistemas bibliotecarios y documentales, los cuales, a su vez, ofrecen servicios especializados de apoyo a la investigación, que son indispensables para asegurar los recursos documentales, la formación en el uso de los mismos y el asesoramiento individualizado para responder a las demandas que surgen en el proceso de la investigación y la comunicación científica.

Sin embargo, existe un déficit formativo y estructural en las universidades mexicanas en cuanto a la prestación de servicios especializados de apoyo a la investigación. Por un parte, los programas universitarios relacionados con la bibliotecología se orientan hacia una concepción tradicional de las colecciones y servicios bibliotecarios, no atendiendo de forma precisa los conocimientos especializados que se deben tener sobre los recursos digitales avanzados ni sobre los diferentes procesos que se llevan a cabo cuando se realizan investigaciones. Por otra parte, también son inexistentes los sistemas bibliotecarios de las universidades nacionales que dispongan de un departamento de servicios especializados cuya labor sea de asesoramiento estrecho con las unidades de investigación. Por contra, en las universidades de prestigio sí existen servicios especializados de apoyo a la investigación, atendido por personal bibliotecario y documentalista formado específicamente para ello. El diplomado plantea una formación orientada de forma exclusiva en los procesos de la investigación y la comunicación científica, incidiendo en las tareas que deben realizar los profesionales de la información (bibliotecólogos/as, documentalistas).

La segunda edición del diplomado en servicios bibliotecarios especializados en investigación se fundamenta en la necesidad de seguir ofreciendo una formación para personal técnico y directivo en gestión de la investigación, con la intención de dotar a las universidades de especialistas en recursos, técnicas y servicios avanzados orientados exclusivamente al desarrollo de la investigación, la comunicación científica, la evaluación de la ciencia y la divulgación de la producción científica. Gracias a la formación en estos nuevos perfiles, los profesionales egresados del diplomado serán agentes de gran valor para el desarrollo y posicionamiento de sus instituciones.

Tiene una carga de 140 horas: 110 asíncronas y 30 síncronas, 10 foros y asesorías, 10 evaluaciones por temas; inicia el 24 de mayo de 2024 y concluye el 11 de noviembre del mismo año, con un promedio de 10 a 12 horas semanales de actividades; las inscripciones también están abiertas a interesados de América Latina y otras partes del mundo hispanohablantes.